Investigadores japoneses desarrollaron sangre artificial universalmente compatible, estable por cinco años. Sin antígenos, evita rechazos y escasez de sangre tipo O negativo. Se conserva hasta dos años a temperatura ambiente y cinco años refrigerada. Ventajas: estabilidad de signos vitales, no necesita pruebas de compatibilidad, disminuye presión en bancos de sangre, reduce riesgos de contagio. En pruebas clínicas, se demostró seguridad y tolerancia a dosis elevadas. Este avance promete salvar vidas en emergencias y mejorar la respuesta médica globalmente.
Desarrollan sangre artificial que no caduca.
