En la comunidad costera de Dos Bocas, Tabasco, la contaminación de Petróleos Mexicanos (Pemex) afecta la salud de sus habitantes. El olor a gas y petróleo quemado impregna el ambiente, provocando problemas respiratorios, alergias y enfermedades pulmonares. El constante flaring, práctica de quemar gas durante la extracción de petróleo, emite compuestos tóxicos que causan daños a la salud, como partos prematuros, malformaciones congénitas y problemas genéticos en los niños. La exposición prolongada al flaring incrementa los riesgos, afectando la calidad de vida de la comunidad.
Pemex es culpada por enfermedades.
