El secretario de Salud de EE. UU., Robert F. Kennedy Jr., anuncia que ya no se recomienda la vacuna COVID-19 en niños sanos ni en mujeres embarazadas sin factores de riesgo, marcando un cambio en la política de salud. Kennedy critica la estrategia de la administración Biden de promover refuerzos en menores sin suficiente evidencia clínica. Se anuncia el desarrollo de una “vacuna universal” basada en virus inactivos, en contraste con tecnologías usadas durante la pandemia. Este cambio coincide con el retorno de Donald Trump a la presidencia, generando opiniones divididas en la comunidad científica.
Estados Unidos deja de recomendar la vacunación contra la COVID-19 para niños y embarazadas.
