La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó la oposición del país a gravar las remesas procedentes de Estados Unidos, considerando la medida como discriminatoria. El gobierno mexicano está realizando esfuerzos diplomáticos y legislativos en Washington D.C. para detener esta propuesta que afectaría a familias mexicanas. Senadores mexicanos negocian en EE. UU. para evitar que la iniciativa avance en el Congreso. Las remesas son una importante fuente de ingresos para México y cualquier impuesto adicional afectaría a los migrantes y las relaciones bilaterales.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció en contra del doble impuesto a las remesas, defendiendo su importancia para la economía mexicana.
