El crimen organizado en México recluta niños y adolescentes a través de plataformas digitales para actividades delictivas. Un informe revela que esta práctica se ha detectado en 18 estados, siendo Baja California, Colima, Chihuahua, Ciudad de México y Estado de México los más afectados. Los menores son utilizados como vigilantes, mensajeros o incluso participan en delitos graves como secuestro y homicidio. Los grupos criminales se aprovechan del anonimato y la vulnerabilidad emocional de los jóvenes en internet. Es urgente abordar esta problemática con políticas públicas integrales y fomentar la comunicación y supervisión parental para prevenir el reclutamiento.
Un estudio ha confirmado que las redes sociales y los videojuegos son utilizados como herramientas de reclutamiento.
