En comunidades rurales de Tabasco, la tradición y las creencias culturales han llevado a un rechazo de la donación de órganos. Tanto en zonas indígenas como urbanas, factores como motivos religiosos y desconfianza en el sistema de salud obstaculizan los trasplantes. A pesar de esfuerzos como la campaña \”Dona Vida\”, la falta de educación y liderazgo comunitario dificulta el cambio de mentalidad. En estas comunidades, la donación se percibe como una profanación que impide el descanso del alma.
Los trasplantes son considerados un pecado en Tabasco.
