El Gobierno de México trasladó a 29 generadores de violencia a Estados Unidos por razones de seguridad nacional, incluido Rafael Caro Quintero. La entrega se realizó cumpliendo la Ley de Seguridad Nacional y la Constitución, a solicitud del Gobierno estadounidense. Se pide no especular sobre posibles condenas, ya que dependen de los jueces. Los detenidos enfrentan cargos graves como delincuencia organizada, homicidio, tráfico de drogas, armas y secuestro. Esta acción fue resultado de una decisión colegiada para evitar riesgos de liberación o retrasos en los procesos de extradición. El traslado refuerza la estrategia de seguridad del Gobierno mexicano.
La entrega de los 29 capos no fue por extradición, sino por razones de seguridad nacional, según Gertz Manero.
