El papa Francisco enfrenta una infección polimicrobiológica, sin peligro inmediato pero con cierta fragilidad debido a su avanzada edad. Su buen humor y fortaleza mental han sido clave en su recuperación. Permanecerá hospitalizado al menos una semana más, su evolución es gradual y su resistencia natural será fundamental. A pesar de la preocupación, se mantiene la esperanza en su pronta mejoría. Su fortaleza espiritual y física serán fundamentales en este proceso.
El estado de salud del Papa Francisco continúa siendo grave, aunque estable, luego de contraer una infección polimicrobiológica.
