Más de 600 migrantes nigerianos fueron deportados forzosamente de Libia al desierto del Sahara. Esta es la mayor expulsión registrada hasta ahora, reflejando las tensiones migratorias. Transportados en camiones, llegaron a Dirkou, Níger, en condiciones extremas. Organizaciones denuncian que estas acciones, impulsadas por políticas europeas, ignoran violaciones de los derechos humanos y exponen a miles al peligro mortal del Sahara. La falta de políticas claras y las precarias condiciones acentúan la crisis humanitaria en curso. ACNUR y la OIM intentan asistir a las víctimas, pero la externalización de las fronteras de Europa agrava esta tragedia.
Exilio mortal en el desierto del Sahara.
