Estudio revela que el uso de redes sociales agrava los trastornos alimentarios, promoviendo conductas de riesgo y una cultura de perfección corporal. Las plataformas virtuales permiten la creación de comunidades que comparten prácticas peligrosas, como dietas extremas y engaños sobre la salud. Los grupos suelen tener una estructura piramidal con líderes que refuerzan estos comportamientos. La pandemia de COVID-19 aumentó el uso de redes sociales, exacerbando los trastornos alimentarios. La investigación abarcó diversas plataformas y evidenció la promoción abierta de trastornos como la anorexia y la bulimia.
Un estudio revela que las redes sociales empeoran los trastornos de conducta alimentaria.
