La ausencia de una oposición efectiva en Morena ha contribuido a su imagen de partido hegemónico y autoritario. En ausencia de críticos, es necesario crear una oposición interna para mantener el juego democrático. La oposición es fundamental para mejorar la administración pública y las políticas en beneficio de todos. En Tabasco, la falta de opositores ha llevado a un llamado a inventar uno, por mínimo que sea, para evitar que el gobierno asuma toda la responsabilidad. Sin oposición, la política carece de sentido y el aburrimiento puede ser perjudicial. La falta de voces críticas ha generado la emergencia de líderes internos en el poder. En Tabasco, figuras como Erubiel Alonso y Rafael Acosta han sido criticados por su participación en conflictos estudiantiles. La iglesia en Tabasco también ha perdido su rol desafiante, con el obispo actual más enfocado en rezos que en denuncias, a diferencia de su predecesor.
Morena y la 4T se muestran indiferentes ante la falta de oposición.
